Reflexión para un cumpleaños (2012)
Cuando lo dices con amor
el sonido de mi nombre
es como campanitas de cristal
deleitando los oídos de mi corazón
Cuando lo dices con amor
es como lluvia sobre tierra árida
Hace tiempo el efecto del Niño
ha azotado mi corazón
ha querido secarlo, pero resisto.
Me niego a creer que no volveré
a sentir la suave presencia de la lluvia,
que la única comunión humana que tengo
es con los lejanos.
Si no fuera por la presencia del que nos ama
me habría convertido en desierto.
Me niego a dejar de esperar,
cuan pequeña fuera la esperanza
de volver a oír el susurro del deseo,
de volver a encontrar a mi amigo,
a quien ama mi alma.
Despiértate, amado mío, mira más allá
del muro de protección que tu viento recio
me hizo alzar.
Te sigo esperando, esperando, esperando.
Para qué sirve
Un grito, el hielo, el silencio
Para qué sirve un abrazo,
Una palabra suave
De amor.
Somos tan imperfectos
Tan llenos de errores
Por nuestra urgencia gritamos
Por nuestro dolor clamamos
Por nuestro amor toleramos
Por no saber o no querer
Conseguir lo que pedimos
A veces sólo herimos.
Logramos la meta
Pero hay un costo oculto:
La alienación
Distanciamiento
Me duele, te duele
No lo enfrentamos
Por temor? Por frustración
Y poco a poco morimos
Cuando lo que realmente queremos
Es un abrazo, escuchar tu palpitar
Sentir protegidos.
Tantas cosas buenas hay,
Tanto esfuerzo para mantenernos
Tanto mérito, sí, es real.
Pero hace falta tocar el corazón
Haces falta…tú.
Todos los días son nuevas…
Es el comienzo de un nuevo año –
Vivamos un cumpleaños feliz!
Te amo! (16 de junio de 2012)